La malposición palpebral se refiere a la desalineación o posicionamiento anormal de los párpados, lo que puede afectar tanto la función visual como la estética facial. Esta condición puede manifestarse de varias formas, incluyendo entropión, ectropión, ptosis y retracción palpebral. Estos problemas pueden surgir debido a factores congénitos, cambios relacionados con la edad, traumas, o como resultado de cirugías previas.
Ocurre cuando el borde del párpado se invierte hacia adentro, lo que hace que las pestañas y la piel rocen contra la superficie ocular, causando irritación, malestar y, potencialmente, daño corneal.
El borde del párpado se voltea hacia afuera, exponiendo la superficie interna del párpado y afectando la distribución normal de las lágrimas sobre el ojo. Esto puede llevar a sequedad ocular, irritación y infecciones.
Se refiere a la caída del párpado superior, que puede cubrir parcial o totalmente la pupila, limitando el campo visual. La ptosis puede ser congénita o adquirida y puede afectar uno o ambos ojos.
Se caracteriza por un elevamiento anormal del párpado superior o inferior, exponiendo más de la superficie ocular de lo normal. Este problema es común en personas con enfermedad tiroidea ocular, entre otras condiciones.
En casos donde la malposición palpebral interfiere con el campo visual, la cirugía puede restaurar un campo de visión completo, permitiendo al paciente ver claramente sin obstrucciones.
Puede reducir o eliminar síntomas como la irritación, el lagrimeo, la sensación de cuerpo extraño y lesión en la superficie de la córnea causada por el roce de las pestañas o el párpado contra la superficie del ojo.
Corrige anormalidades que puedan exponer el ojo a lesiones o infecciones, ofreciendo una mejor protección a largo plazo.
Al reestablecer la posición natural de los párpados, mejora la apariencia de los ojos y, por ende, la simetría facial. Esto puede tener un impacto positivo en la autoestima y la confianza del paciente.
Al solucionar la malposición de los párpados se pueden prevenir problemas futuros, como el daño a la córnea, que podría resultar en una pérdida de la visión más severa si no se trata.
Al mejorar la función visual y la estética, la cirugía puede tener un impacto significativo en la calidad de vida general del paciente, facilitando las actividades diarias y mejorando las interacciones sociales.
Ana Belen Ortiz Villeda
Paciente Verificado
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Años de Experiencia
El Dr. René Dávila, es oftalmólogo con alta especialidad en oculoplastia. Combina la excelencia profesional con la innovación y más allá de su impecable trayectoria, se destaca por su calidez humana y empatía, priorizando una atención personalizada para cada uno de sus pacientes. Su formación Académica: